Un paseo en colectivo por el Complejo Petroquímico de Morón, en Venezuela. Una petrolera atrás de otra, "Convirtiendo hidrocarburos en desarrollo social", o bien "Patria, socialismo o muerte" es como están embaderados estos tremendos monstruos... Estos tremendo monstruos que causan las guerras y muertes más atroces de nuestros tiempos, y que tan celosamente custodia el Presidente Chavez de las garras enemigas. Sí, uno es chavista estando a la distancia... Venezuela tiene mil falencias y fracturas sociales, pero la verdad que "chapeau" para la política de Estado respecto a las petroquímicas.
Y para la anécdota: viajábamos de Chichiriviche a Valencia, y de Valencia tomábamos otro coche a Caracas. Llegamos a Caracas un domingo a las 10 de la noche, sin reserva de hotel. No es nada recomendable, les aseguro... Caracas es una ciudad que mete miedo, mucho miedo (eso es para otra historia más larga que agradezco poder contarles en este momento!). En el trayecto, escuchando la salsa que nunca falta, iba con mi anfitriona venezolana, Mary, que se encargó de oficiar de traductora del idioma venezolano a un español más o menos neutro que yo pudiera entender, pero con "la mosca posta" me di el gusto de desconcertarla ante los argentinismos, nomás de venganza ante una semana sin entender un cuerno lo que murmuraban los panas... (para los que se quedaron hasta el final del video)
4 comentarios:
Se quedó en bolas. Posta. Je.
muy interesante. me encantaría viajar por latinoamerica. lo de chavez es digno de respetar, veo. de todas formas la noami campbel exagera...
Amaliovilla, la que se quedó en bolas, le aseguro, fui yo, en mi breve estadía en Venezuela. No se entiende un pomo el venezolano rápido y jergoso callejero, creame...!
Melindrosa, es cierto que es re lindo conocer latinoamérica, pero al cabo de un rato uno quiere volverse a la casa, snif! (más vale malo conocido...) un beso, lindo tenerla por casa.
Pero que blog tan chévere.
Ahora que ando con mas tiempo, la voy a estar leyendo.
Hasta la vista baby...
no, "eso" lo decía el otro.
Fidel Castro
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