jueves, 29 de mayo de 2008

confesiones de invierno




Me echó de su cuarto gritándome:
"No tienes profesión"
Tuve que enfrentarme a mi condición,
en invierno no hay sol.
Y aunque digan que va a ser muy fácil
es muy duro poder mejorar,
hace frío y me falta un abrigo
y me pesa el hambre de esperar...





Conseguí licor y me emborraché
en el baño de un bar.
Fui a dar a la calle de un puntapié
y me sentí muy mal.
Y si bien yo nunca había bebido
en la cárcel tuve que acabar,
la fianza la pagó un amigo,
las heridas son del oficial.



Hace cuatro años que estoy aquí
y no quiero salir.
Ya no paso frío y soy feliz
mi cuarto da al jardín.
Y aunque a veces me acuerdo de ella
dibujé su cara en la pared
solamente muero los domingos
y los lunes ya me siento bien...


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se vino el frriiiiioooo eh!
ideal para andar rompiendo corazones en la calle!

¡disfruten almas impías!

lunes, 26 de mayo de 2008

no le debo nada a entel




el otro día mientras atajaba el granizo corriendo al 107 por un trayecto de 10 cuadras hasta la terminal mariano moreno, jugando a los fichines con las malditas moneditas que el expendedor de boleto urbano de pasajeros no se dignaba a comeeeerrr.... bolso campera stickers enrollados y pasaje a buenos aires que me mata, olvidé mi nokia 1100 modelo 1914 aC tallado a mano. Gauchito el aparato, R I P.

Y la incontinencia llegó, obviously, en la primer estupidez que vi en el camino y que no tuve posibilidad de compartir con algún partenaire +549114--- o 341563---, onda "a la tipa del asiento 22 se le acaba de caer la jaula de gallinas juas :P" o bien "los taxistas forros siguen quemando llantas en la puerta de la terminal porque parece que ellos son los únicos que tienen problemitas laborales" o bien "los chacareros del orto me la vuelan con el monumento tomado, que alguien le diga a la dueña sojera de mi departamento que si gano 1500 pesos por mes no puedo pagar un alquiler de 800, que yo no tengo sembrada soja en el balcón"...

Al principio, lo confieso, sudé frío en las manos y sólo atiné a darle click click al sube asiento baja asiento del Rosarino y a las llavecitas de luz. Al cabo de un rato pensé: y en Retiro, dios mío, en Retiro, cómo encuentro al salamín!? bep bep estoy en escobar bep bep estoy en martinez bep bep estoy en puente de avignon bep bep pasé el control antidopping bep bep estoy bajando del micro bep bep te estoy viendo salame bep bep bep bep bep bep bep bep bep bep... después me di cuenta de que antes, hace como 100 años, mi abuela venía desde italia en el barco 3 meses de ultramar y el nonno bien que la supo encontrar en el puerto y hacerle la cuarta hija, y seguro que se metían la ansiedad en el doble click de la radio AM, con suerte juntando aguinaldos.

Y eso, que he descubierto que todavía hay vida analógica. Que la tecnología de las señales de humo, del cabeceo, de la mirada feroz-no-toques-ahí o del sí facil para ir a la cama siguen siendo tan efectivas como antes del ringtone y del vibracall y del mediominipixel de la cam incorporada. Hay vida analógica, señoras lectoras, señores lectores. En la calle y en el stencil de nosferatu que resulta que paseando por la veredita encontró un aparato lleno de desesperantes llamadas "donde estas?!", "perdiste el celu oh no oh no?!!", "qué te pasa por dios respirá!" y que a partir de ahora responderá en mi nombre. Guarda eh.




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próxima edición:
cómo sobrevivir en un metro cuadrado sin gps. salames. (así? uy!)

lunes, 12 de mayo de 2008

los ahorcaditos



en un mundo muy chiquitito donde yo vivo
las personas salen de sus cajitas en los días L a V
(muchos S también)
(y cada vez más D en el planeta shoping )
y así medio a desgano
con la resaca del día anterior
y el anterior
entran en las fábricas
y oficinas
y computadoras
y máquinas
y comercios
para producir producir producir producir
vender vender vender
comprar comprar comprar
y volver a guardarse
en el cubil cama baño y comida
alquilado a usura.

en un mundo muy chiquitito donde yo vivo
las personas andan con bozal y correa
hasta que ya no los necesitan
porque se conocen el camino de memoria

en un mundo muy chiquitito donde yo vivo
las personas viven con la soga al cuello
disimulada en baratijas de dos vueltas de collar
y la hora señalada de lucir
la mediocridad de sus adquisiciones
en el todo por dos pesos
que tan pan y circo felices los hace

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Al que madruga dios ¡¿qué?!: las personas que viven o transitan por el centro rosarino, habrán notado que la mañana del 1º de mayo día del trabajador, amaneció stencileado con esta imagen y esta leyenda. Y como nada es casualidad en la calle, celebramos inflacionados, desabastecidos, oligarqueados y trenbaleados un año más de conmemoración de los derechos torcidos de la in-dignidad del trabajador de estos días que corren. De la casa al trabajo y del trabajo a la casa. Y si te perdés, el collar tiene el teléfono de tu dueño, sabelo...
("Si un barrendero rosarino gana más que un maestro, no perdamos el tiempo en adiestrar a 30 animales salvajes en un aula" como dijo un pelotudo director de escuela en la radio la otra noche...)

"Mi blues de las seis y treinta me desespera"
El mundo de la empleadapubliquez que me concierne, con la máxima burocratización de la estupidez y demases yerbas, no tiene desperdicio, pero merece un capítulo aparte el día en que deje de enfurecerme y pueda tomarlo con soda. Con soda que no me baja por el cuello, obvio.
SodaSsssssssshhhhhhhhhhhhhhh...
(beeerp!)

(sorry!)

martes, 6 de mayo de 2008

chuta zombies!!

¿apagaste el fuego? ¿estas segura? porque esta mañana pusiste la pava y tomaste unos mates mientras armabas el bolsito, te cepillabas los dientes y buscabas las llaves... ¿estás segura de que apagaste el fuego? ¿o el próximo sonido de sirenas que escuches será el de los bomberos? ¿bien segura?

¿pusiste llave? ¿y verificaste así y todo que la puerta esté bien cerrada no sea que por esas casualidades de la vida, justo la cerradura se echó a perder? porque lo terrible, en realidad, no sería encontrar la casa desvalijada a la vuelta, sino descubrir que la gata se escapó y que probablemente se la comió un perro, y que jamás podrías sobrevivir a esa culpa inmensa de las tripas calientes de tu amor gatuno en el hocico de Toby el perro de dos casas al lado...

¿estás segura que vas a comer esa manzana después de los fideos? ¿y si se te pudren los hidratos de carbono adentro con la acidez de la manzana y te pasas toda la noche con gastritis? ¿cómo descontaminás tu cuerpo? ¿cómo dormís la cantidad y la calidad necesaria de horas para mañana estar lúcida en el trabajo?

El rito infalible de la buena fortuna dice que es vital atender el teléfono al tercer ring, porque si lo hacés antes, o después, una terrible noticia te deparará esa voz, quizás la muerte de tus seres queridos, quizás una bomba atómica que nos fulmine en el mismo momento en que apoyás el auricular en tu oído y apretás los dientes porque ya lo sabés, ya lo sabés...

Y a la noche, ya cansada, te desvestís por partes programadas como te enseñó el chamán ese de la TV, y entrás a la cama por el mismo lado, con el equilibrado orden de la mesa de luz, previa unción en cremas que se absorven por tus células y tejidos conectivos, y armás el amurallado equipo defensor de los osos de peluche, la cuenta de las ovejas vigilando que no se pierda ninguna, la almohada transversal y la gata centinela que te cuida sobre toda esta pila de neurosis que te protege de los zombies. Las habitaciones a oscuras están llenas de ellos.


Chuta zombies, las paredes te protegen, te aíslan, te encierran. Yo intento, una vez más, salir a la calle y trasvestirlas de arte.