domingo, 12 de octubre de 2008

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Guaicaipuro Guatemoc cobra la deuda a Europa


Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatemoc he venido a encontrar a los que celebran el encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años. Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa. El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme. El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a Sanlúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano! ¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos! ¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios. Yo, Guaicaipuro Cuatemoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis. Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan MARSHALL-TEZUMA, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no.

En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal. En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado solo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia. Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300. Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra. ¡Muy pesadas son esas moles de oro y plata! ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre? Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indios americanos. Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota tal que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con la que mataron al Poeta. Pero no podrán. Porque esa bala es el corazón de Europa.

*El texto que antecede es una obra de ficción, pero su contenido es tan aceradamente cierto, la crítica a los europeos tan absolutamente justificada y la redacción tan ingeniosa, que merece ser leído y difundido. El cacique Guaicaipuro existió hace poco menos de quinientos años, aunque su nombre real no incluía el ahora añadido Cuatemoc. El autor del relato es Luis Britto García, que lo publicó el 6 de octubre de 2003, con motivo del Día de la Resistencia indígena (12 de 0ctubre), bajo el título de "Guaicaipuro Guatemoc cobra la deuda a Europa".

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nunca está de más tener estas cosas presentes
que no cotizan en la Bolsa de la cadorcha
ni fluctuan con el efecto jazz.

Saludos!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

"Porque esa bala es el corazón de Europa."

no pude menos que llorar.

Ajenjo dijo...

Todavía siguen festejando el 12 de octubre, hipocresía europea, como el "descubrimiento" que ciegos con su supuesto refinamiento, siguen creyendo que las cosas empiezan a existir cuando ellos las conocen. No solo le deben a los habitantes originarios todo lo que saquearon durante 500 años, también deberían estar agradecidos por un par de lecciones, que gracias a los indios americanos aprendieron a bañarse, a alimentarse y hasta a criar a sus hijos.

beso
A

Horacio dijo...

grito taki ongoy
preparo mi arma
manco inca sonreirá... ♪♪♪

Unknown dijo...

dice que los últimos serán los primeros... a ver si es cierto. buen texto, si bien stoy demasiado vaga para leerlo completo. no hay nada q celebrar el 12 de oct., totalmente deacuerdo. las masacres no son motivo de orgullo, ni pueden serlo, eso está clarísimo. saludos desde las tristes europas a ver si la bolsa termina de reventar de una p. vez. hasta la vuelta. meli

Animoc dijo...

Trascripción de una de las cartas de Cortes a sus reyes:
& yo le mostre buena voluntad porque se assegurasse y no tuviesse temor: y al fin me dixo que en ninguna manera el señor vernia ante mi. Y antes queria por alla morir. . . . [L]os de la ciudad estavan todos encima de los muertos: & otros en el agua: & otros andavan nadando: & otros ahogandose en aquel lago donde estavan las canoas que era grande: era tanta la pena que tenian que no basta juicio a pensar como lo podian sofrir. Y no hazian sino salirse infinito numero de hombres & mugeres & niños hazia nosotros. Y por darse priessa al salir unos a otros se echavan al agua y se ahogavan entre aquella multitud de muertos: que segun parescio del agua salada que bevian & de la hambre & el mal olor: havia dado tanta mortandad en ellos que murieron mas de cincuenta mill animas. Los cuerpos de las quales porque nosotros no alcançassemos su necessidad ni los echavan al agua, porque los vergantines no topassen con ellos ni los echavan fuera de su conversacion porque nosotros por la cibdad no los viessemos y assi por aquellas calles en que estavan hallavamos los montones de los muertos que no havia persona que en otra cosa pudiesse poner los pies.

sauria es una mutante! dijo...

eh, gracias a todos por los aportes!! este tema es trágico, terrible, indignante, y cuanto más uno conoce y lee y averigua, más tremendo es. Es parte de la historia perversa de la humanidad, como tantas cosas que vinieron después y la lista sigue...

animoc, los relatos de la conquista son tremendamente escalofriantes, sin dudas...

Les dejo la letra de una canción muy linda, de Victor Heredia, que cuenta sobre el inicio de gran genocidio del pueblo incaico. Y una nota muy buena que explica esta canción! se las recomiendo.

Encuentro en Cajamarca

Creo en mis dioses, creo en mis huacas
Creo en la vida y en la bondad
De Viracocha
Creo en Inti y Pachacamac

Como mi charqui, tomo mi chicha
Tengo mi coya, mi cumbí
lloro mis mallquis, hago mi chuño
y en esta pacha quiero vivir

Tu me presentas, runa Valverde
Junto a Pizarro un nuevo Dios
Me das un libro que llamas Biblia
Con el que dices habla tu Dios

Nada se escucha, por más que intento
Tu libro no habla, quiere callar
Por que me matas si no comprendo
tu libro no habla, no quiere hablar