despotismo dibujado, vol.32

Toda la vida he sido una niña despótica. Ya llevo como 32 años de despotismo a diestra y siniestra. Revisando algunos viejos apuntes (antes del blog y esas cosas públicas) estuve releyendo mis cuadernos de terapia, sacando en cuenta cuán despótica he sido y sigo siendo. Supongo que de un tiempo a esta parte nada ha cambiado, ya que me considero, en estos momentos, una mujer de "caracter fuerte", cuando antes solamente una niña caprichosa. Ambas caracterizaciones esconden el mismo despotismo de siempre.

Mi despotismo consiste, básicamente, en ser una persona bastante más inteligente que el resto de las personas. Sí, sí, lo disimulo bastante bien (risas), pero las personas que me rodean pueden dar fe de esto. De que soy muy inteligente, y despótica, claro, pero pareciera que la gente no se da cuenta, o le gusta, yo qué sé. A la gente le encanta que una la lleve y la traiga de las narices, o será nada más que mi encantadora forma de ser, tan persuasiva, tan seductora. La gente que me conoce puede dar fe de que soy una mina que logra absolutamente todo lo que se propone. Por más que la estrategia sea la queja, el llanto o la rabieta y el empujón. Sé cómo y cuándo rodear a las personas, embarcarlas en empresas sin retorno, embaucarlas en fracasos incontables, sólo para ser el deleite de mis horas de aburrimiento, de mi vida de aburrimiento en este mundo que me desmerece. Sí, claro, porque mi problema principal, es que sigo siendo una piedra en bruto, esperando ser pulida, biselada, brillante, perfeccionada. Sigo sin encontrar en dónde posicionar toda la energía que tengo, las cualidades y cantidades que abundan en esta cabecita loca. Y mientras tanto, voy convocando gente a actividades diversas, a que me hagan el aguante, a saltar al vacío o salir en la fría madrugada por una docena de facturas óvulos vaginales. Porque, gracias a dios (¿?) siempre siempre siempre he tenido el don de lograr que la gente termine haciendo lo que yo quiera, a la larga o a la corta, con distintas estrategias, con diferentes actitudes, pero finalmente, todos me han entregado sus voluntades.

Y así, como todo ídolo (pueden compararme con Charly García, si quieren) he sido cruel y fantástica, lúcida y tirana, líder y déspota, y así he ido cosechando, quién sabe por qué, una troupe de fans que, a pesar de todo, me idolatran y me hacen el aguante a muerte.

A todos ellos/as, gracias por venerarme y no inmortalizarme (todavía) cual john lennon! Sé que más de uno ahora se estará avivando! Les dejo esta sincera confesión a pocas horas de traspasar un nuevo añito de vida: soy una jodida reina, y pretendo ostentosos regalos. Gracias totales.


Para deleite de coleccionistas: otros cumples míos: 2007, 2006 (gran fiesta gran!), 2005, 2004... (lo permanente es el cambio, por suerte!!)


japi verdei tuyú! "qué mirada sugerente sauria cumpleañera, eh...": te soplo la vela, papito? qué? no trajiste globitos? ah, cómo me cagás eh! (la frase es del año pasado pero vale para este tambien! jeje)